Un solitario gol de Julian Draxler le dio al Wolfsburgo la victoria 1-0 ante el CSKA de Moscú en un partido que el subcampeón alemán dominó con claridad durante la mayor parte de los noventa minutos.
El Wolfsburgo tomó desde el comienzo el control del partido, puso el balón en la mitad del campo del CSKA, se acercó al área con frecuencia, tuvo llegadas para marcar y sofocó desde el origen la mayoría de intentos de contragolpe del rival.
La primera ocasión la tuvo el equipo alemán en el minuto 13, con un remate de cabeza del holandés Bas Dost.
Poco después, creó dos ocasiones todavía mejores. Primero, en el minuto 25, André Schürrle tuvo en sus pies el gol de la ventaja pero se encontró con una gran parada con el pie del meta ruso Igor Akinfeev.
Luego, en el 38, un gran pase diagonal del suizo Ricardo Rodríguez dejó a Daniel Caligiuri solo en el área quien, sin embargo, se demoró mucho en rematar y desperdició así una gran oportunidad.
Del lado del CSKA apenas dos conatos de contragolpe de Musa que, sin apoyo de sus compañeros, no pudo llegar siquiera al remate y un una llegada fortuita de Dzagoev recordaban la fama del equipo ruso de ser un equipo agazapado que puede ganar partidos con muy poca llegada.
En ese panorama el gol del Wolfsburgo parecía ser cuestión de tiempo y terminó por llegar antes del descanso, en el minuto 40, por intermedio de Julian Draxler.
El propio Draxler inició la jugada con un pase a Max Kruse, quien centró desde la raya de fondo y, desde el borde del área, remató de cabeza. Tras un apurado rechace de Akinfeev, Draxler marcó con la pierna derecha desde corta distancia.
Aunque el partido parecía haberse invertido en la segunda mitad, era el CSKA el que atacaba y el Wolfsburgo el que contragolpeaba, las ocasiones de verdadero peligro para Benaglio no llegaban y la mayor parte de los avances rusos solían morir en los pies de Dante y Naldo, que tuvieron una noche casi impecable.