Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, decidió parar definitivamente y no volver a infiltrarse el hombro izquierdo, que se ha inyectado en seis ocasiones esta temporada para jugar encuentros que consideraba importantes tras caer lesionado el 15 de septiembre contra el Shakhtar Donetsk y se espera que no vuelva a las canchas hasta el próximo año.
Después de sufrir una luxación acromio-clavicular del hombro izquierdo a mitad del mes de septiembre, las recaídas que ha tenido el central andaluz no le impidieron fijarse el Clásico contra el Barcelona como el último día en el que realizaba un esfuerzo extra.
Hasta en seis ocasiones jugó infiltrado en el hombro izquierdo Sergio Ramos, obligado también por la plaga de lesiones en defensa y la ausencia del portugués Pepe en una buena parte de esta temporada por lesión.
Encuentros importantes como contra el PSG en Liga de Campeones más los duelos ligueros frente a Atlético de Madrid, Celta de Vigo, Sevilla y Barcelona los jugó mermado en sus condiciones físicas.
El capitán del Real Madrid quiere evitar el quirófano, ya que una intervención de hombro provocaría un tiempo de recuperación mayor, y junto al cuerpo técnico y los médicos ha acordado parar por completo y realizar un tratamiento conservador para recuperar la zona dañada.