Un niño que visitaba el Vicente Calderón por primera vez estuvo cerca de sufrir una tragedia, pues los aficionados del Benfica pudieron ocasionarle quemaduras con las bengalas que comenzaron a lanzar a las gradas inferiores tras el empate pasajero de Nico Gaitán en el marcador.
Los fanáticos visitantes enloquecieron cuando el delantero anotaba el tanto del empate; sin embargo, la euforia rebasó los límites y como burla, los portugueses comenzaron a lanzar la pirotecnia a los madrileños que se encontraban debajo de la porra de los de Lisboa.
"Cuando vimos caer la bengalas pudimos observar que cayeron en la espalda del niño. Yo lo quité del asiento, que acabó prendido", relató un acompañante del niño a Radio MARCA.
La mayoría de los que apoyaban al equipo colchonero tuvieron que ser cambiados de lugar debido a la gravedad de las acciones de los lusitanos, pero antes de eso, la seguridad del estadio no detuvo las acciones de los ultras de este equipo.
"Sólo tiene quemaduras en la zona del pantalón y la sudadera. Es como si hubiera vuelto a nacer. Rozamos la tragedia. Era además el primer partido al que llevábamos al niño, y no sé si será el último", sentenció el conocido del infante.
"El club lamenta los incidentes causados por una minoría", escribió el Benfica en un texto divulgado a través de su página web, en el que además presenta "disculpas al Atlético de Madrid y sus aficionados", especialmente "a los que fueron afectados por la actitud irresponsable" de una parte de sus seguidores.