El autobús con la selección de futbol de Serbia fue alcanzado por una pedrada en Tirana, a pesar de las grandes medidas de seguridad desplegadas en la capital albanesa por el partido entre ambos equipos, considerado un encuentro de alto riesgo.
Un menor de 14 años fue quien tiró una piedra contra el vehículo que transportaba a los serbios del aeropuerto a un hotel en la capital de ese país.
El Ministerio de Exteriores serbio convocó al embajador de Albania en Belgrado para entregarle una nota de protesta, que el diplomático albanés se negó a recibir al considerar que no sucedió nada de envergadura.
Además, la Federación de Futbol de Serbia (FSS) advirtió de que el partido podría no llevarse a cabo si suceden otros incidentes; "nos han garantizado que no volverán a ocurrir tales cosas", señaló el presidente de ésta, Tomislav Karadzic.
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, criticó la "politización de un evento deportivo" e informó de que no asistirá al partido en Albania "para que sus principales factores sean los deportistas".
En lo deportivo, el partido que se jugará en la ciudad de Elbasan no tiene importancia para Serbia, ya que como último del Grupo I, está sin opciones de clasificarse a la Euro, pero Albania, actualmente en tercera posición, aún tiene opciones de quedar segunda y con ello meterse directamente a la justa continental del próximo año.
El partido de Ida, disputado hace un año en Belgrado, fue suspendido por un amago de enfrentamiento entre los jugadores de las dos selecciones y un intento de invasión del campo por aficionados serbios, cuando un dron con símbolos nacionalistas albaneses sobrevoló el estadio de la capital serbia.
Tras la suspensión del partido, la UEFA concedió a Albania la victoria por 3-0.