El Standard Lieja, equipo en el que milita Guillermo Ochoa, sorprendió con una insólita estrategia que utilizó durante el juego contra el Mechelen.
En la mayoría de las jugadas a balón parado, los pupilos del portugués Ricardo Sá Pinto se tomaron de las manos, como si estuvieran haciendo la 'víbora de la mar', para evitar que el balón entrara a su portería.
La peculiar formación resultó efectiva para el club, pues evitaron que el rival terminara con éxito las jugadas que se cobraron desde fuera del área. El partido terminó en empate a un gol.