Pep Guardiola había maravillado al mundo con el Barcelona, y dicha fama lo llevó al Bayern de Munich, donde lo único que no pudo ganar fue una Champions League; en tres Semifinales tuvo como verdugo a un equipo español.
La escuadra alemana no metió ni las manos contra el Real Madrid de Carlo Ancelotti, que lo sometió por un lapidario 5-0 global.
Al año siguiente el victimario fue el Barcelona, el cual contó con una gran actuación de Lionel Messi. Los culés vencieron 3-0 en la Ida la victoria del Gigante de Bavaria por 3-2 en la Vuelta resultó insuficiente.
En su última oportunidad para lograr la Orejona, Guardiola y su escuadra lograron empatar el global a dos goles con Atlético de Madrid, sin embargo, su pecado fue recibir un gol en Allianz Arena.
