La Asociación del Fútbol Argentino se incendia, estalla. Todos los días sorprende un capítulo nuevo con todos los condimentos tragicómicos que se pueden esperar de una sitcom. Esta vez, cuando la AFA y la afición aún no pudieron recuperarse del cachetazo por la renuncia de Lionel Messi reciben un nuevo cimbronazo: Gerardo Martino dijo basta y también renunció.
No sorprende porque la AFA mutó a AFAlandia hace un tiempo y como una ironía del destino, además de las renuncias en cadena padece una acefalía institucional generalizada y una crisis económica tan violenta que no le permite, por ejemplo, pagar siquiera los 40 mil dólares que precisa la selección femenil para ir al sudamericano de futsal. Así de mal está la cosa.
El extimonel del Barcelona terminó la relación con la Albiceleste porque la AFA no le prestó futbolistas para encarar los Juegos Olímpicos de Río 2016.
"Debido a la indefinición en la designación de nuevas autoridades de la Asociación de Futbol Argentino y de los graves inconvenientes para conseguir conformar el plantel que represente al país en los próximos Juegos Olímpicos, el cuerpo técnico de la selección ha decidido presentar su renuncia en el día y la fecha", se lee en un comunicado.
Claro, viendo el panorama que rodea a la AFA la renuncia del Tata sucedió de manera lógica pues tras una sucesión de hechos bochornosos lo mínimo que podía esperarse era que el rosarino dé un paso al costado. Es cierto que tenía pensado hacerlo, pero recién al finalizar los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
Si a un trabajador se le quita la materia prima no hay manera de producir por ende un entrenador sin jugadores, no puede trabajar. Y esa fue la gota que derramó el vaso.
Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino, horas previas a la renuncia de Gerardo Martino, había declarado: "Hay un 50% de probabilidades de que Argentina no presente su equipo en Río". Y las declaraciones no llamaron la atención, pues a pocos días de iniciar el trabajo de cara a los Juegos Olímpicos el Tata sólo contaba con siete jugadores de los 22 que había convocado. De hecho, el lunes que viene debía comenzar a trabajar en el precio de Ezeiza.
Pero en Argentina ahora deben encontrar un entrenador de cara a Rusia 2018. Los nombres que suenan son: Diego Simeone, quien acaba de renovar su vínculo con el Atlético de Madrid hasta el 2020, Jorge Sampaoli, quien acaba de firmar contrato con el Sevilla, pero con una cláusula especial por si la selección argentina lo convocaba, Marcelo Gallardo, en la cuerda floja de River, Marcelo Bielsa, con un pie en la Lazio, Edgardo Bauza, dirigiendo al San Pablo y disputando la Copa Libertadores y Mauricio Pochettino, quien acaba de extender su vínculo con Tottenham Hotspur hasta el 2021.
El Vasco Olarticoechea, quien hoy está a cargo de la selección juvenil tras un breve paso por el futbol femenil, será el entrenador de la selección mayor para los Juegos Olímpicos mientras quienes quedan en la AFA buscan un entrenador de cara a las eliminatorias de agosto cuando Argentina enfrente a Uruguay.
ARGENTINA NO ACUDIRIÁ A JO
El titular del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, aseguró que al evaluar las posibilidades, hay muchas posibilidades que la Albiceleste no acuda a los Juegos Olímpicos ya que los clubes no quieren ceder a los futbolistas.
"De 1 a 10, hoy hay 50 por ciento de chances que la Argentina no presente el equipo de futbol masculino en los Juegos Olímpicos", dijo Werthein para radio Mitre, al tiempo que agregó: "Es un poco lo que pasa con la AFA. Hace 20 meses que no habla con nosotros".
