Arrancó por la derecha, y con la agilidad de una gacela, se sacudió la marca de tres ingleses. Se enfiló hacia el marco a toda velocidad, pero siempre con elegancia. Punteó con la zurda, porque así lo dictaminó su propia historia.
Diego Armando Maradona anotó el 'Gol del Siglo' en el Estadio Azteca, el único escenario donde podría caber una proeza tan grande, que pasó a la historia en cuanto el balón besó la red para no ser olvidada jamás.
Fue el 22 de junio de 1986, frente a más de 100 mil personas, cuando el 'Pelusa' detuvo al mundo durante once segundos. Condujo el esférico como una extensión de su cuerpo y dribló a cuanto hombre intentó detenerle; esa huída fue impulsada por la fuerza de un país entero.
En México se vivió una 'reedición' de la Guerra de las Malvinas. Apenas habían transcurrido cuatro años de un encarnado pleito internacional, pero con 'Diegol' como comandante la suerte habría de estar en favor de una Argentina que clamaba venganza.
Pasada la una de la tarde, al interior del colosal Azteca, el 'D10S' albiceleste fraguó una obra para la posteridad. Encendió motores y cambió de ritmo una y otra vez. Dribló, como sólo él supo hacerlo, y dejó en el camino a más de media Inglaterra para erigir la obra más bella del Siglo XX.
Hoddle, Reid, Sansom, Butcher, Fenwick y Shilton fueron meros espectadores; ellos, y toda la Gran Bretaña, apenas observaron a un cometa partir el empastado. Todo transcurrió como una ráfaga, pero ese minuto 55' quedó por siempre tatuado sobre el número 3465 de la calzada de Tlalpan.
Al final de todo, despues de esa 'recorrida memorable', Diego Armando Maradona se convirtió en un 'Barrilete Cósmico', que partió de la humildad de Villa Fiorito hasta el firmamento mismo, convirtiendo al Estadio Azteca en el trampolín de sus más grandes sueños.