Una goleada práctica, transformada por Saúl Ñíguez, el colombiano Jackson Martínez y Óliver Torres, relanzó al Atlético de Madrid en la Liga de Campeones hasta el liderato de su grupo contra un rival menor, el Astana, que sucumbió 4-0.
El primer gol fue una obra de arte, luego de que Carrasco se escapara a línea de fondo hasta servir un buen pase, que Saúl remató con un taquito, para abrir el marcador, al 23'.
El segundo tanto llegó seis minutos después, de los botines de Jackson Martínez. Aún por debajo del nivel que puede y debe alcanzar en el Atlético, pero ya con gol. No marcaba desde la segunda jornada ante el Sevilla, su único tanto hasta este juego, cuando recogió un rechace en el área, se dio media vuelta y encontró portería entre un par de rebotes.
Un contragolpe impulsó el 3-0 para el Atlético en el minuto 63, culminado con una sutil vaselina de Óliver por encima del guardameta, y un gol en propia puerta añadió el 4-0 a un triunfo práctico del Atlético, que es líder y se ve fuerte en el torneo continental.