El Atlético de Madrid se complicó el pase a los Octavos de Final de la UEFA Champions League al empatar 0-0 en casa contra el Lokomotiv de Moscú, en un monólogo en el que careció de puntería que le obliga a puntuar dentro en una semana contra el campeón de Europa, el Bayern Munich.
Como le ocurrió en Moscú, allí con un juego incluso mejor que el que desplegó en el Metropolitano, el Atlético no fue capaz de encontrar la llave para abrir el candado ruso, pese a 25 minutos iniciales de acoso en los que Joao Félix tuvo una ocasión clara nada más empezar, Marcos Llorente dos, y una para Yannick Carrasco y Ángel Correa. Todas las tapó el portero ruso-brasileño del Lokomotiv Guilherme Marinato.
Sin sus delanteros estrella, el uruguayo Luis Suárez, aislado por Coronavirus, y el hispanobrasileño Diego Costa, por una "trombosis venosa profunda espontánea en la pierna derecha" conocida en la misma mañana del encuentro, el Atlético no pudo aprovechar esos primeros 25 minutos, y luego fue víctima de las prisas.
Ganar era una obligación para el conjunto rojiblanco, que tampoco contó con el uruguayo Lucas Torreira por Coronavirus, ni el mexicano Héctor Herrera, el croata Sime Vrsaljko y Manu Sánchez por lesión, ni tampoco con el francés Geoffrey Kondogbia por no estar inscrito, y no cumplió ante un rival que rentabilizó la espera parapetado en su portero. Y eso que los del argentino Diego Simeone se aplicaron con voracidad. Desde el inicio fuernon en tromba, con Joao Félix como director de orquesta, pero desacertado en el disparo franco que tuvo a los 3 minutos a pase de Llorente.
El conjunto moscovita no presionaba a su rival se encomendaba a las virtudes de su meta y la acumulación de jugadores. Con éxito en la primera mitad, que saldó cumpliendo el plan de no recibir, ya que en ningún momento pensó en proponer, apenas dos tímidos contragolpes previos al descanso.
No mejoró la situación tras el intermedio, con apenas unos apuros de Guilherme para sacar un disparo lejano de Saúl, por lo que Simeone optó por cambiar al sistema de tres centrales y carrileros largos en busca de liberar a Carrasco y generar más peligro. Pero no era el Atlético fluido de la primera media hora.
Volvió el asedio. Carrasco ejecutó una falta, primer intento contra la barrera, pero en el segundo sorprendió a Guilherme que no pudo atajar y Koke aprovechó el rechace para marcar, pero lo había hecho en fuera de juego, tal y como confirmó después el videoarbitraje. La anulación a posteriori enterró los ánimos rojiblancos, y Simeone no contaba con más pólvora en el banquillo que el canterano Camello.
Pero ya estaba desordenado y desesperado el conjunto rojiblanco, que incluso permitió dos contragolpes rusos, de los recién incorporados Rybchinskii y Magkeev, que no acertaron, y apenas deseó que un cabezazo final de Giménez viera puerta, pero se marchó por el lateral. Los rojiblancos tendrán que ir a octavos por la vía difícil.