Después de tres Jornadas, el Atlético de Madrid reencontró la victoria y el rumbo en la Liga frente al Granada, de nuevo agarrado a sus dos valores más indudables en el presente: el argentino Ángel Correa, goleador de nuevo, y el esloveno Jan Oblak, salvador una vez más para retener otro triunfo.
En seis minutos, el 1-0. Lo marcó Correa, cuya revalorización actual es indiscutible. Ha sido un elemento esencial en ocho de los últimos diez goles de su equipo, bien como asistente (3) o bien como definidor (5), concentrados en los diez duelos más recientes de un equipo que añora la pegada en ataque; la mejor de las soluciones.
El gol surgió desde el saque de banda de Saúl, del giro posterior y el pase definitivo de Koke, de vuelta al equipo cinco partidos después -y se notó- y de la desatención de la defensa del Granada, que se despistó cuando el panorama invitaba a todo lo contrario, cuando el Atlético insistía a tope en la búsqueda del primer tanto.
Los dirigidos por el Cholo Simeone consiguieron el triunfo y se encuentran en la cuarta posición de La Liga. Mientras que Héctor Herrera no fue convocado porque seguía con problemas musculares.
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