Un buen Real Betis se llevó el duelo ante el Villarreal en la Cerámica por 2-1 tras un partido en el que los visitantes fueron mejores que un rival que perdió su condición de invicto en casa de la presente temporada.
A pesar de que era el equipo de Unai Emery el que se asomaba más por el área rival, esta mayor presencia no estuvo acompañada por acciones de peligro de los jugadores más ofensivos del equipo de La Cerámica.
Cuando parecía que ambos equipos firmarían tablas al descanso, Nabil Fekir se encargó de adelantar a los visitantes en el marcador en una acción en la que Miranda jugó rápido, Raúl Albiol no logró despejar y Fekir remató tras un gran control al palo más alejado sin que Asenjo pudiera hacer nada.
El gol dejó tan tocado al Villareal que ni el paso por el vestuario le permitió recomponerse, ya que a la vuelta al juego el Betis se creció y y asedió la meta del equipo local hasta que a los siete minutos de reanudarse el choque el brasileño Emerson Royal lograba el segundo tanto para el cuadro bético al rematar solo a la salida de un córner.
El Villarreal estaba cunfundido y el Betis siguió su ofensiva ante un Asenjo que se vio obligado a emplearse a fondo para evitar que la herida se hiciera más profunda.
Pero cuando peor estaba el Villarreal, un penalti tras la revisión del VAR por una mano de Emerson metió al equipo local en el partido tras transformar en gol Gerard Moreno el cobro en el minuto 64.
Así, el equipo castellonense cambió radicalmente su estado emocional y el propio Gerard Moreno estuvo cerca de llevar la igualada con un disparo fuerte desde fuera del área al que respondió Joel Robles con una gran mano.
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Sin embargo, superada esta reacción del Villarreal, el equipo de Manuel Pellegrini recuperó la tranquilidad y apenas vio peligrar su triunfo ante la falta de peligrosidad de los atacantes locales.
