Inglaterra se llevó este martes un punto del Parken de Copenhague en un flojo partido y sin muchas oportunidades en el que los daneses estuvieron más cerca del triunfo, pero que pudieron perder en la última jugada.
Con las ausencias de Greenwood y Foden por un polémico episodio disciplinario, semanas después de otro similar protagonizado por Maguire, Inglaterra no tuvo una buena actuación para olvidar los problemas previos ni para despejar las dudas sobre su supuesta candidatura de cara a la próxima Eurocopa.
Los ingleses tuvieron más la pelota, pero fue un dominio estéril en una primera parte sumamente gris, sin ningún tiro a puerta entre los tres palos.
El único peligro vino en varias subidas por la banda izquierda danesa, que evidenciaron los problemas en defensa de Skov, un extremo reconvertido en lateral, pero esos acercamientos quedaron en nada frente a un rival bien colocado que no dejaba huecos.
Sin espacios, ni Sterling ni Sancho pudieron explotar su velocidad y la falta de juego en el medio de Inglaterra obligaba a Kane a bajar a tocar el balón.
Fueron los daneses los que más cerca estuvieron del gol en un tiro lejano de Braithwaite y dos jugadas de Dolberg, en una sacó un disparo que pasó cerca del travesaño; en la otra, Pickford se lució con una gran atajada tras un pase de Eriksen al delantero del Niza.
No mejoró Inglaterra tras la pausa, incapaz de crear nada ni de variar el rumbo del partido, mientras Dinamarca parecía más cómoda, aunque sin asustar tampoco.
Hasta el minuto 69 hubo que esperar para ver la primera ocasión inglesa, un cabezazo ligeramente alto de Kane a centro de Trippier. Sterling se animó poco después con un disparo lejano que Schmeichel desvió a córner.
Dinamarca tuvo de nuevo el triunfo en una volea dentro del área de Eriksen, pero el centrocampista del Inter mandó el balón demasiado alto.
Todo pudo haber terminado en un desastre para los daneses en el descuento, con una salida alocada de Schmeichel, pero el remate de Kane lo sacó bajo palos Jørgensen y evitó lo que habría sido un premio exagerado para el flojo despliegue de los ingleses.