El deporte va más allá de un resultado, los mensajes dentro y fuera de la cancha conducen a una generación que inspira, les permite quitarse la capa de superhéroes para habituarse en temas que afectan a todo el mundo y con su voz darle espacio a esas situaciones que solían quedar entre bastidores.
Hablamos de la salud mental, tema que ha tocado fibras sensibles para los deportistas. Las opiniones son diversas, pero lo cierto es que cada vez más personas se unen a la conversación y un foro como la Copa del Mundo Femenil no es la excepción.
Sophia Smith, autora de dos de los tres goles con los que Estados Unidos venció a Vietnam, alzó la voz para compartir su visión del tema, con base en un episodio que la marcó.
La prometedora futbolista perdió a su mejor amiga Katie Meyer, quien jugaba para el Stanford y se suicidó en marzo de 2022.
"Hay mucho estrés de ser un estudiante-atleta, se debe hablar más del lado mental", dijo.
"Tómese el tiempo para saludar a alguien. Envíe un mensaje de texto si siente que no se ha comunicado con alguien en mucho tiempo", agregó en el pódcast ‘Mi Mundialista futbolista’, de NBC.
Un estudio de FIFPRO realizado en el año 2015 reveló que "el 38% de los futbolistas profesionales en activo ha sufrido síntomas de depresión, con una notable falta de apoyo en la industria".
El problema es manifiesto, pero la falta de apoyo y empatía también lo son. Deportistas como Smith le dan visibilidad, abren la conversación para que se reconozca a la salud mental como un tema a trabajar con los atletas.
ATLETAS SOBRE SALUD MENTAL
“Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos. Y no sólo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, dijo Simone Biles, tras abandonar una competencia en Tokio 2020.
La española Irene López abandonó el futbol con tan sólo 20 años de edad: "Lo dejo por cuestiones de salud mental, lo comparto para aquellos que me leen y se den cuenta de que no están solos".
“Está bien no estar bien”, apuntó la tenista Naomi Osaka. “Todo el mundo sufre, ha sufrido o conoce a alguien que haya experimentado problemas de salud mental”, reconoció.
Kawhi Leonard tenía 17 años de edad cuando su padre fue asesinado, un suceso que lo marcó y que le ha impedido disfrutar de sus logros, con un perfil cabizbajo.