Pese a realizarse el Derbi sevillano a puertas cerradas por indicaciones sanitarias, decenas de aficionados acudieron a las afueras del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán para recibir a sus equipos y mostrar su apoyo previo al enfrentamiento que marca el regreso a la actividad en La Liga.
Tanto seguidores del local Sevilla como del Betis alentaron y entonaron cánticos mientras jugadores espectaban desde el camión que los trasladó al recinto.
Minutos más tarde, con el partido el marcha, las 47 mil 74 butacas del Sánchez Pizjuán lucieron vacías con algunos jugadores y personal de los equipos esparcidos en algunos lugares.
Así mismo, un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de coronavirus precedió al pitido inicial, con sólo una música religiosa de fondo, se convirtieron en el gesto simbólico más 'sonoro' y emotivo en un estadio vacío.