El Inter no levanta el pie del acelerador y no parece que vaya a hacerlo hasta el final de campaña. De un mes de marzo para olvidar a uno de abril para el recuerdo. Los 'neroazzurri' se quitaron del medio al rival más fuerte en lo que les resta de calendario con un contundente 3-1. El 'Scudetto' está un paso más cerca, restan cinco partidos para los interistas.
Inició el partido muy cerrado. Inter y Roma se jugaban mucho y un error podría ser crucial para el que lo cometiera. El caso es que ninguno lo cometió, pero el Inter sacó a relucir su mejor versión, esa que acostumbra en las últimas semanas.
Cuando se cumplió la media hora de un encuentro en el que no había pasado "nada", se desató la locura en San Siro, completamente lleno y entregado. Una precisa jugada al primer toque entre Lautaro, Dzeko, Calhanoglu y Dumfries desarboló a la defensa del Roma y abrió el marcador. La calidad individual se mezcló con el trabajo colectivo para deshacer el empate.
Dumfries, carrilero derecho, atacó el espacio por el carril central como si de un '9' puro se tratara. Dzeko y Lautaro hicieron de mediapuntas con una conexión al primer toque que despejó la zona y el turco no falló el pase. El neerlandés definió con toda la tranquilidad del mundo, con su pierna mala y un toque sutil que se coló entre las piernas de Rui Patricio.
El Inter sonreía, había hecho lo más complicado, desbloquear el marcador. Pero no se conformó con eso, ni mucho menos. Este Inter no deja de apretar.
Y apretando llegó el golazo de Brozovic. El croata rubricó el gol de la jornada, una joya. Al ocaso del primer acto, el medio centro recibió dentro del área, hizo dos recortes y firmó un derechazo directo a una escuadra. Rui Patricio no pudo hacer nada.
Descargó la tensión Inzaghi desde el banquillo, muy sonriente y alzando los brazos. El partido estaba encarrilado al descanso. Y el 'Scudetto', más cerca.
No pudo encarar el choque de mejor manera el Inter. Golpeó en los momentos clave y aprovechó sus ocasiones para hacer daño. Lautaro puso la guinda nada más salir del túnel de vestuarios con un cabezazo a bocajarro. Otro 3-0 que recordó el endosado esta semana al Milan para apear al conjunto 'rossoneri' de la Copa Italia.
Recortó distancias Mkhitaryan a falta de cinco minutos para el final con otra gran definición desde la frontal a una escuadra. La tardía reacción 'giallorrosa' no fue suficiente.
Los 'tifosi' tuvieron tiempo para dedicar varias ovaciones viendo la holgura del marcador. La más sonora a José Mourinho, claro, entrenador que llevó al Inter a lo más alto en Europa. Y la otra a Lautaro Martínez por sus últimas actuaciones, dignas del nivel que se le presuponía y exigía desde el principio.
La victoria es clave para el Inter, que con un partido menos -y al menos por una noche- vuelve al liderato de la Serie A. Lo difícil está hecho, en teoría. Bolonia, Udinese, Empoli, Cagliari y Sampdoria son los siguientes, todos de zona media baja. Cinco partidos que son finales.