Horas antes de la Final de la Europa League entre Sevilla y la Roma, se presentaron conatos de bronca cerca del Puskas Arena.
Un grupo de aficionados de la Roma y del Sevilla se enfrentaron entre sí en la Avenida Egressy, zona cercana al recinto donde se disputó la Final.
Después de la pelea hubo un saldo de tres lesionados, sin embargo, solo dos fueron hospitalizados. Un italiano y un español, seguidores de la Roma y Sevilla, respectivamente, fueron los traslados a un hospital de la capital húngara.
Por otro lado, también se reportaron actos vandálicos por parte de un grupo de personas con nacionalidad polaca. Derivado de esto, hubo siete personas detenidas, además de abrir una investigación.
Según medios locales, ultras del Slak Wroclaw habrían buscado revancha ante los aficionados sevillistas luego de una pelea entre ellos en 2013.