La SuperLeague de Grecia, hogar de jugadores mexicanos como Orbelín Pineda y Rodolfo Pizarro del AEK Atenas, se verá afectado por una medida contundente. El Gobierno griego anunció que todos los partidos se disputarán a puerta cerrada hasta el 12 de febrero, en respuesta a recientes enfrentamientos entre ultras y la Policía.
Esta decisión, anunciada por el portavoz del Ejecutivo, Pavlos Marinakis, responde a la preocupación por el comportamiento violento de ciertos grupos. En una rueda de prensa, Marinakis declaró que no se tolerará el comportamiento de organizaciones criminales y de una minoría de fanáticos, y esta medida busca evitar que atletas, aficionados y ciudadanos paguen las consecuencias.
La restricción también se aplicará a los partidos en casa de los equipos de segunda división ligados a la SuperLiga, con la posibilidad de extenderla a encuentros europeos. El partido del Olympiacos con el Topola Backa serbio en la Europa League se realizará a puerta cerrada, según Marinakis.
Estas medidas llegan después de disturbios en un partido del Olympiacos que resultaron en un agente gravemente herido. Las autoridades han detenido a un joven de 18 años, y las restricciones buscan abordar un problema crónico en la sociedad helena, según lo expresado por Marinakis.
El portavoz del Gobierno subrayó que se evaluarán los resultados de estas medidas, advirtiendo que podrían extenderse si los equipos no demuestran la capacidad de garantizar la seguridad de los aficionados y los futbolistas.