El 10 de octubre de 2019 se escribió un capítulo importante para las mujeres en Irán, que por primera vez después de 40 años asistieron a un partido de futbol varonil. Hasta ese momento, solo se les permitía el acceso a juegos de la rama femenil, pero en ese momento se amplió la medida para que pudieran ver a la selección durante el clasificatorio a la Copa Mundial de Qatar 2022.
Sin embargo, desde entonces poco progreso se ha logrado. Precisamente en 2022, durante la celebración del certamen de la FIFA, el pueblo iraní sufría represión por parte de su gobierno en las protestas a raíz del Mahsa Amini. Y dos años más tarde, en el ámbito deportivo, se dio un paso atrás al vetar Mahsa Ghorbani, que se preparaba para ser la primera mujer en formar parte de un equipo arbitral en un partido varonil.
"Fue una decisión que tomó el Comité del Arbitraje, con lo cual se eliminan todas las posibles polémicas", declaró el presidente del la Organización de la Liga del fútbol iraní, Soheil Mahdi, informó la agencia estatal IRNA. No obstante, el directivo no precisó a qué se refería con "posibles polémicas".
La designación de Mahsa Ghorbani se anunció hace una semana y aunque su rol iba a estar limitado al VAR, fue una noticia positiva para las mujeres iraníes, que vieron con esperanza la posibilidad de tomar un rol más importante en el futbol varonil.
Pero sus esperanzas terminaron con el anuncio de que la árbitra será sustituida por el varón Saadolah Golmoradi en la sala del VAR en el encuentro de esta noche en Teherán entre el Esteghlal y el Persépolis, el mayor derbi del fútbol iraní y de toda Asia, que enfrenta a dos rivales históricos divididos por motivos históricos, deportivos y sociales.
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