A casi seis meses de haber llegado a Milán, Gennaro Gattuso buscará hacer historia al ganar su primer título como entrenador y afianzar su proyecto rossonero, aunque enfrente tendrá a su acérrimo rival y ganador de las últimas tres ediciones de la Copa, la Juventus.
La leyenda viviente del cuadro rossoneri llegó a cambiarle la cara a un equipo lleno de historia que durante la primera parte de la temporada no supo reflejar su grandeza; desde el primer día, Gattuso transmitió a los jugadores su aguerrido estilo de juego, mismo que los tiene a la puerta de su primera Copa, la cual no ganan desde hace 15 años.
“Preparar la Final como entrenador es muy diferente. Cuando fui jugador solía hacer cosas raras, era muy supersticioso. Ahora es totalmente diferente el mundo como entrenador, tienes que ver video tras video y analizar a tus oponentes. Siento mucha presión por todos nuestros fans, por mis jugadores... es el partido más importante de mi
carrera como entrenador”, explicó el exjugador italiano.
Mientras tanto, los de Turín, que buscan su segundo título esta temporada al tener casi amarrado el de Liga, están conscientes de la peligroso que se convirtió el Milan con la llegada de su nuevo técnico, por lo que tratarán de inclinar la abalanza a su favor.
“Se sabía que Gattuso quería ser entrenador. No es fácil sentarse en el banquillo del Milan, pero ha conseguido grandes resultados. Cuando has sido un gran campeón, no es fácil reinventarte en otro rol. Ganar la Copa nos metería aun más en la historia de la Juventus. Debemos jugar con gran entusiasmo. Contra el Milan son siempre partidos equilibrados, más en las Finales. Nos enfrentamos a un equipo que nos puede poner en dificultades al contragolpe”, apuntó Massimiliano Allegri.
Además, la Juventus busca convertirse en el primer club que se consagra campeón del torneo en cuatro ediciones consecutivas.
Milan y Juventus se han enfrentado en cinco Finales de la Copa Italia, la Supercopa Italiana y la Liga de Campeones. Cuatro de ellas se definieron por penaltis, incluyendo la Supercopa del 2016, que Milan ganó para su último trofeo con su previo dueño, Silvio Berlusconi.