La Audiencia Nacional española procesó por lavado y organización criminal al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, a su esposa Marta Pineda, al abogado Joan Besolí y a otras tres personas por lavar 20 millones de euros (23.2 millones de dólares) de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), de los que Rosell se quedó con al menos 6.5 millones.
La jueza Carmen Lamela señaló que hay indicios de que estas seis personas, contra las que ahora se abrirá juicio oral, formaban parte de una organización criminal que ocultó dinero desviado de la CBF por su expresidente Ricardo Teixeira, investigado en Estados Unidos.
En concreto, les atribuye el lavado de 15 millones de mordidas obtenidas por Teixeira de los derechos de retransmisión de 24 amistosos de la selección brasileña y otros 5 millones de un contrato de patrocinio con la marca Nike.
Según la jueza, Rosell, que está en prisión por este caso junto a Besolí desde mayo de 2017, se apropió de al menos 6.5 millones de euros de la operación de los amistosos.
Además en el contrato "se impuso a la compradora los pagos de unos fondos" de los que se apropiaron Rosell y Teixeira en perjuicio de confederación brasileña, concretamente 8 millones 393 mil 328 euros (9.7 millones de dólares) en el caso de Teixeira y otros 6 millones 580 mil (7.6) en el del expresidente del Barça, "en ambos casos sin el conocimiento de la CBF y en su perjuicio".
Asimismo, recibió los 6.5 millones mediante cinco transferencias hechas entre noviembre de 2010 y enero de 2011 a cuentas en España a su nombre y el de su esposa, provenientes de cuentas de Suiza y Arabia Saudita vinculadas al caso.
El expresidente del Barcelona declaró a Hacienda que esos pagos fueron por la venta en mayo de 2011 de una mercantil propiedad suya y de su mujer (BSM) a una sociedad en Líbano de un ciudadano de esa nacionalidad amigo de Rosell, Shahe Ohanneissian, pero la jueza sostuvo que en realidad respondieron a las comisiones por los partidos.
En cuanto al contrato de patrocinio de la selección brasileña firmado por la CBF con Nike, en el que una sociedad de Rosell (Ailanto) figuraba como intermediaria, Lamela describió una serie de operaciones en una cuenta andorrana vinculada al expresidente culé para ocultar el pago a Teixeira 5 millones de euros de mordidas.