Jugaron juntos bajo la guía de Marcelo Lippi, y hoy son dos de los grandes entrenadores de Europa. Ambos han ganado títulos en grandes equipos, y tiene el sello del buen futbol y la garra en sus equipos.
Zinedine Zidane y Antonio Conte se miden hoy por primera vez como estrategas en un juego oficial. Ambos compartieron vestidor entre 1996 y 2001 con la Juventus, levantando seis títulos, entre Liga y Copa de Italia, así como la Intercontinental.
"Zizou es como mi hermano, una persona excepcional y como jugador un genio, hemos ganado mucho juntos”, explicó el técnico transalpino.
Eran complemento en la cancha, pues mientras Conte era pura fuerza y garra, Zidane era magia y clase. Lippi los guio a la Final de la Champions League de 1997-98, misma que perderían ante el Madrid.
"Estábamos yo, Deschamps, Davids y Zidane. ¡Un buen centro del campo! Zidane era un genio", dijo alguna vez cuando era técnico del Chelsea, sobre el francés. "Yo, Deschamps y Davids también corrimos para él, pero lo hicimos con alegría, porque sabíamos que cuando tenía el balón en su poder podía pasar cualquier cosa”, añade.
Por su parte, Alessio Tacchinardi, excompañero de ellos en aquella Juventus de los 90, asegura que en aquel entonces a Conte se le notaba ya el gusto por dirigir, pero con Zidane, jamás imagino que llegaría al banquillo.
“Habría apostado dinero por Antonio, él ya era entrenador en el campo y daba ejemplo a todos. Un líder silencioso, como Zizou, por el que no habría apostado nada. Nunca esperé verlo como entrenador y en cambio hoy estamos hablando de uno de los más exitosos del mundo. Eran dos tímidos generosos. Conte y Zidane son ahora los mejores entrenadores que demuestran cómo se puede ganar de otra manera.
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Trajeron de vuelta sus características de jugador a su equipo. Y luego tienen un carisma único, que es su arma extra", le contó el italiano a la Gazzetta dello Sport.
Hoy, desde el banquillo del cuadro merengue y del Inter, ambos viven situaciones de urgencia, pues en la actual temporada europea no han ganado y necesitan los tres puntos para seguir soñando.