Barcelona ya con Leo Messi en el once titular, y se llevó una victoria obligada contra el Huesca aunque lo hizo por la mínima y exponiéndose a que su rival pudiera darle un susto en los últimos minutos.
El conjunto de Ronald Koeman ejerció un dominio abrumador de la posesión del balón ya desde el inicio del partido, que llegó en algunos momentos al 83,8 por ciento, y siendo fiel a su juego tocó y tocó buscando espacios en la cerrada defensa de su oponente, que prácticamente se parapetó al borde del área grande.
La tercera fue la vencida para el Barça, que no tenía prisa porque encontraba huecos en el muro oscense con cierta facilidad, gracias a un centro medido en diagonal de Leo Messi a Frenkie de Jong que le ganó la espalda a la defensa y abrió el marcador en el 27'..
Y pudo haber sido peor para el equipo de Michel si no llega a ser porque su guardameta, Álvaro Fernández, realizó dos grandes intervenciones, primero a Dembélé, con una salida providencial, y después a Messi en el lanzamiento de una falta directa en los últimos minutos del primer periodo.
Con la tranquilidad de ir por delante en el marcador los visitantes mantuvieron la posesión en la segunda mitad pero bajando el ritmo de juego y también las ocasiones, lo que conllevó tener la espada de Damocles sobre su cabeza pensando en que su rival le pudiera dar un susto.
El Huesca lo intentó en los minutos finales pero la ocasión más clara la tuvo, por medio de un taconazo de Rafa Mir en el minuto 63, que salvó Ter Stegen y poco más inquietó.