Bahía y Vitória llevaron a cabo un momento vergonzoso en el futbol brasileño al protagonizar una batalla campal en el campo.
Tras un cobro desde los once pasos de Vinicius, el jugador celebró bailando a la afición rival de manera ofensiva.
Minutos más tarde, se generó una trifulca detrás de la portería donde se suscitó el empate del encuentro y de inmediato los policías tuvieron que intervenir para separar a los futbolistas.
El árbitro decidió expulsar a cuatro jugadores del Bahía y cinco de Vitória, motivo que provocó que el partido finalizara con victoria automática de 3-0 para el Bahía, ya que se quedó sin el mínimo de jugadores que el reglamento permite para continuar con el cotejo.