Eslovaquia frenó a Robert Lewandowski y sorprendió a una triste Polonia para vencerla 1-2 con una primera parte sublime y una segunda en la que aprovechó el jugar con un hombre más para llevarse la victoria.
Los eslovacos celebraron la victoria como si fuera una final. Así, Eslovaquia se convirtió en líder provisional del Grupo E, en el que seguidamente jugarán españoles y suecos.
Desde el pitido inicial, el balón fue polaco, pero las ocasiones eslovacas. Los pupilos de Stefan Tarkovic cerraron las bandas y por el centro era imposible. El bombardero del Bayern Munich no recibía balones. Después de un susto inicial a balón parado, el fuerte de los eslovacos, Duda estuvo a punto de sorprender a Wojciech Szczesny con un disparo raso pegado al palo. Era el segundo aviso.
A la tercera fue la vencida. Así, Mak, que militó en el Zenit San Petersburgo, recibió el balón en la banda, se fue de dos marcadores con una finta y disparó con intención. El balón fue repelido por el poste derecho, golpeó en Szczesny y besó las mallas. Un gran gol, aunque fuera considerado en propia meta.
Los polacos estaban noqueados. Cada incursión eslovaca llevaba peligro. Ni siquiera necesitaron la mejor versión de Hamsik. Desesperados, los polacos lo intentaban solo con disparos desde fuera del área, pero sin puntería. Lewandowski probó fortuna al filo del descanso, pero el tiro salió muy desviado.
Nada más salir de los vestuarios, Polonia empató. Fue una jugada en la que Rybus recibió un magnífico pase de Klich, centró atrás y un atento Linetty remató a gol al borde del área pequeña al 46'.
Entonces, los eslovacos tuvieron un respiro inesperado. Krychowiak se excedió en la presión, derribó a un contrario y recibió la segunda tarjeta amarilla. A la calle. Los polacos jugarían casi media hora con uno menos.
Pronto, lo pagarían muy caro. A la salida de un tiro de esquina, el central del Inter de Milán, Milan Skriniar recibió el balón en el corazón del área, lo controló como un delantero centro y batió al guardameta polaco con un obús imparable al minuto 69.
El resto del partido fue un ejercicio de orgullo de los polacos. Bednarek tuvo en sus botas el empate, pero su disparo salió lamiendo el poste, y el intento del recién entrado Swiderski fue controlado por Dubravka. Polonia tendrá que mejorar mucho el próximo partido ante España, mientras los eslovacos se las verán con los suecos.
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