En el Gran Premio de Australia, apenas en el tercer giro, Max Verstappen tuvo que abandonar la carrera, algo que no le pasaba desde 2022. A pesar de estar decepcionado, el piloto neerlandés de Red Bull considera que lo que le pasó es algo normal dentro de la Fórmula 1.
El RB20 de Max Verstappen falló en el Circuito de Albert Park. Una falla mecánica en los frenos, de los cuales se quejó desde la tercera sesión de las prácticas libres, fue lo que provocó el abandono del campeón con apenas tres vueltas en el Gran Premio de Australia.
El último abandono de Verstappen había sido hace dos años, justamente en Melbourne. En aquella ocasión fue un problema con el sistema de combustión lo que dejó fuera al piloto de Red Bull.
Mientras que este año el abandono se dio en el tercer giro, poco después de que Verstappen perdió la posición ante Carlos Sainz. Apenas se activó el DRS, el piloto español de Ferrari no tuvo problema en superar al neerlandés, quien de inmediató reportó que sentía "raro" su auto.
Tras ello, empezó a salir humo del RB20 y Verstappen apenas logró regresar a boxes, donde incluso hubo unas pequeñas explosiones y se desprendieron algunas piezas del auto. Ya en el garage, los mecánicos de Milton Keynes lograron controlar el fuego, que se originó en la zona de los neumáticos y por ello se supo que la falla estuvo en los frenos.
Ante esto, el neerlandés se mostró molesto y decepcionado, sin embargo, tomó esto como algo 'normal' dentro de la Fórmula 1 y señaló que ya tiene la mira en Suzuka. "Destripado, desafortunadamente esto es parte de del automovilismo. Centrado en Suzuka", expresó Max en sus redes sociales.