No había pasado ni una vuelta cuando Max Verstappen ya era una furia. El neerlandés largó en la tercera posición para el Sprint, pero en el arranque perdió el puesto con George Russell.
El británico de Mercedes atacó de forma agresiva al Bicampeón del Mundo y le arrebató el puesto, pero en el proceso provocó que el monoplaza del neerlandés tuviera daños serios.
Aun así, Mad Max aguantó y posteriormente recuperó la posición, pero el enojo se mantuvo y explotó al final de la mini carrera de 17 vueltas. En cuanto se bajó del RB19, el líder de la temporada fue hacia Russell y le reclamó, a lo que el británico aseguró que no tenía "agarre".
"Ninguna de nosotros tenía agarre. Todos necesitábamos un poco de espacio", reviró el piloto de Red Bull, en un tono muy molesto.
"Ya sé, ya sé", trató de calmar George mientras se alejó del energúmeno neerlandés.
"Espera lo mismo para la próxima, idiota", cerró Max, a su puro estilo.
Verstappen sumó seis puntos y llegó a 75 en el año, 13 arriba del mexicano Checo Pérez, quien presenció en primera fila los dimes y diretes entre su compañero y el Flecha Plateada.