Conforme los rayos del sol comenzaron a iluminar el Autódromo Hermanos Rodríguez, el ambiente se calentó. La gente de a poco llegó al primer día de actividades del Gran Premio de México con dos objetivos: impulsar a Checo Pérez a una victoria histórica y cobrarse cada una de las críticas de Helmut Marko, asesor de Red Bull, hacia el tapatío.
Sin embargo, pese a la amenaza latente de una rechifla con mentadas incluidas a Marko, el propio Sergio ha pedido calma y respeto a los fanáticos.
Tal parece que ese mensaje es el que impera en RBR, pues el polémico asesor se dio cita en el circuito de Iztacalco sin ningún tipo de preocupación.
Helmut llegó cerca de las 10:00 horas, saludó al staff del equipo y se sentó a desayunar con el jefe de la escudería, Christian Horner.
Durante el breve rato, ambos pilares de RBR conversaron de cara a otro reto en nuestro país, en donde se espera que el apoyo a Checo sea total para dar un paso más hacia el Subcampeonato de la máxima categoría del automovilismo deportivo.