La fecha del Gran Premio de México es muy privilegiada, ya que además de encontrarse cerca del final del campeonato y, por lo tanto, albergar la emoción de quién puede ser campeón del mundo, también es muy cercana a una de las tradiciones más importantes en México: el Día de Muertos.
Aprovechando dicho motivo, la organización del evento decidió que se llevara a cabo un desfile que conmemore la fecha y muestre al mundo la riqueza de nuestra cultura mexicana.
El desfile fue impresionante, ya que estuvo lleno de color, energía, ambiente y, sobre todo, logró que los aficionados que asistieron al Autódromo Hermanos Rodríguez pasaran un momento inolvidable.
Entre los carros alegóricos que dieron la vuelta por el circuito, se encontró uno que conmemoraba el matrimonio, con una frase que decía “hasta que la muerte nos separe”, en donde podía observarse a una pareja de calacas vestidos para su boda.
Dicha actividad se llevó a cabo una vez que concluyó el también desfile de pilotos, donde cada uno de ellos saludo a la afición mexicana que llenó el AHR.