Poco más de 2 minutos le bastaron a Tito Ortíz para mandar a dormir con un triángulo al brazo a Shlemenko en Bellator 120, lo que significó el regreso de una leyenda del octágono.
Desde el inicio del combate 'El campeón del pueblo' buscó el derribo, sin embargo el ruso lo mantuvo alejado con constantes patadas, su mejor arma. Shlemenko intentó con combinaciones noquear al veterano, incluso probó con un golpe con giro que por poco entra de lleno en el rostro de su oponente, pero en un descuido cayó a la lona con un derribo.
En el suelo, Ortíz lo agarró por la espalda y en un intento por escapar del europeo le dio la oportunidad al 'Campeón del pueblo' de comenzar a moldear su llave, la cual fue un triángulo al brazo que 'durmió' a su rival y el oficial detuvo el combate, dándole la victoria al veterano por sumisión en el primer asalto.