Marvin Ogger ha revolucionado el parapente al mezclar un estilo acrobático tradicional con el freestyle flying.
"No se trata de categorizar nada. Me he dado cuenta de que las disciplinas se superponen. El freestyle flying lleva al parapente acrobático a una gran variedad de terrenos. Cada colina, cada roca, cada edificio arquitectónico es un parque potencial, ¡a veces a menos de 100 metros del suelo, otras a varios kilómetros!", expresa el piloto.
Ogger indica que para poder combinar ambos estilos se necesitan años de experiencia y un dominio extremo.
"¡Por encima de todo, hay que ser capaz de aterrizar desde varios metros de altura haciendo un 'tail slide'!"