Un ejecutivo de Google rompió la barrera del sonido y además estableció varios récords de caída libre este viernes sobre el desierto del sur de Nuevo México después de saltar desde la orilla del espacio.
Después de casi tres años de planeación, desarrollo y entrenamiento, Eustace comenzó su ascenso por medio de un globo de helio para grandes altitudes justo cuando el sol salía en el horizonte. Le llevó más de dos horas llegar a una altitud récord de 41 mil 425 metros, en la cual se separó del globo y comenzó a caer hacia el planeta.
Con su traje espacial especialmente diseñado, alcanzó una velocidad máxima de mil 322.8 kilómetros por hora, durante una caída libre que duró aproximadamente cuatro minutos y medio.
Jim Hayhurst, director de competencias de la Asociación de Paracaidismo de Estados Unidos, fue el observador oficial del salto. Comentó que Eustace desplegó un paracaídas de frenado que le dio una estabilidad increíble y control.
Eustace no sintió cuando rompió la barrera del sonido, pero el personal en tierra sí escuchó el estruendo sónico resultante, dijo Hayhurst.
"Sólo dijo que la vista era fabulosa. Estaba encantado", agregó con relación a su conversación con Eustace después de que éste tocó tierra.
El salto supersónico se realizó con pocas fanfarrias, fuera de los reflectores de la prensa, a diferencia del intento en 2012 del temerario Felix Baumgartner y el equipo RedBull Stratos. Baumgartner, que ascendió en una cápsula con la ayuda de millones de dólares en patrocinios, había establecido el récord anterior de altitud al saltar desde 39 mil 044. 88 metros.
El observar a Eustace y a su equipo prepararse fue histórico, dijo Hayhurst.
"Este fue un grupo de ingenieros silenciosos que hacían su trabajo", afirmó. "Esto es un esfuerzo científico. Este es un trampolín hacia el espacio", concluyó Hayhurst.