Tras los incidentes violentos entre hinchas rusos e ingleses, en Marsella, del fin de semana, las autoridades francesas prohibieron la venta de alcohol para llevar en las ciudades de Toulouse, donde se enfrenta España con la República Checa, y Lyon, que acoge el encuentro entre Bélgica e Italia.
La orden ministerial, aplicada por los delegados del Gobierno sedes de los partidos de este lunes, se extiende a todos los días en los que haya partido y la víspera, y eso hasta el final de la Eurocopa, el próximo 10 de julio.
La medida no afecta por ahora a París, donde se disputará un duelo entre Suecia e Irlanda.
Un portavoz de la policía de la capital francesa afirmó que la eventual prohibición está "siendo discutida" y que se tomará una decisión durante la jornada de este lunes.
Asimismo, las autoridades podrán obligar a retirar de las terrazas, mobiliario susceptible de ser utilizado como arma, agregó el máximo responsable de la seguridad francesa.