Alemania, por su primer triunfo contra Italia en partido oficial

Jugadores alemanes festejan tras el pase a Cuartos de Final
Jugadores alemanes festejan tras el pase a Cuartos de Final
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AP
CÉSAR HERRERA
| 02 Jul, 2016

Tiembla Burdeos. Suenan tambores de guerra al sur de Francia. Dos colosos están citados hoy para lanzarse uno al otro los trofeos que han convertido sus casacas en leyenda. Tetracampeones del mundo, monarcas continentales, referentes globales. La Mannschaft contra la Nazionale. Alemania contra Italia. Europa se cimbra esta tarde con la madre de sus batallas.

En poderío y tradición, ambos se hablan de tú a tú: sin embargo, el saldo de la añeja guerra entre teutones e italianos es dispar: los Azzurri son los claros dominadores, una auténtica ‘bestia negra’ para un equipo acostumbrado a vencer pese a todo y todos.

La estadística es sorprendente: en ocho enfrentamientos en partido oficial, Italia ha vencido cuatro veces y se cuentan el mismo número de empates (todos sin goles). Jamás Alemania ha podido salir airoso cuando enfrente tiene a la ‘maglia azzurra’, auténtica maldición cuyo origen se remonta a una tarde de otoño en Santiago, durante el Mundial de Chile, cuando los favoritos germanos no pasaron del 0-0 contra un equipo que quedó fuera en la primera ronda.

Después de eso, los italianos se han bañado de gloria. Desde el Partido del Siglo en la cancha del Azteca en 1970 hasta la Semifinal de Varsovia hace cuatro años en la Euro, los alemanes han fallado una y otra vez ante los ‘hijos de Roma’. Dos de estos episodios son dagas que aún sangran el corazón teutón: en 1982, en España, la Nazionale tejió una historia fantástica que la puso, contra todo pronóstico, en la Final de Madrid. En el Bernabéu, Rossi, Tardelli y Altobelli vencieron la meta de Harald Schumacher para que Dino Zoff alzara la Copa Mundial FIFA.

24 años después, Alemania seguía en busca de su venganza y el destino los cruzó en Dortmund, -donde la Mannschaft jamás había sido derrotada-. La infernal casa del BVB era el mejor aliado germano en la antesala de la Final de su Mundial, pero Grosso y Del Piero liquidaron para la Azzurra.

No pudieron Beckenbauer y Müller en el 70, ni Rummenigge en el 82. Tampoco Klinsmman y Vöeller, anfitriones en la Euro del 88, ni Özil, Kroos y compañía en la última cita continental. Hoy, la misma generación, campeona mundial hace dos años en Brasil, tiene una nueva oportunidad con su historia. Pero enfrente está Italia.

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