El senado de Brasil aprobó la apertura de juicio político contra la presidenta del país, Dilma Rousseff, por 55 votos a favor y 22 en contra.
Rousseff, la primera mujer que preside el gigante sudamericano, está acusada de emplear supuestas maniobras contables para esconder importantes déficits presupuestarios.
La presidenta fue suspendida de su cargo y el vicepresidente, Michel Temer, asumirá el puesto durante los seis próximos meses, coincidiendo con el proceso que se llevará a cabo en el Senado. El juicio determinará si Rousseff puede completar el último tramo de su segundo mandato o si su hasta ahora aliado Temer seguirá en el poder hasta diciembre de 2018.
Este resultado supone una victoria de los partidarios del juicio político. La cifra de votos a favor fue significativamente mayor a la necesaria para suspenderla de sus funciones, 41 escaños, e indica que Rousseff tiene una dura batalla por delante para regresar al palacio presidencial de Planalto.
La votación, celebrada a primera hora de la mañana del jueves, culminó una maratoniana sesión en el Senado que duró más de 20 horas.