La Cámara de Diputados de Brasil votó a favor de llevar a la presidenta, Dilma Rousseff, a juicio político, asestando un duro golpe a la mandataria, quien en repetidas ocasiones dijo que el movimiento en su contra era un "golpe de estado".
Rousseff está acusada de utilizar tretas de contabilidad en el manejo del presupuesto federal para mantener los gastos en busca de respaldo. Dijo que presidentes anteriores utiliazron maniobras similares y subrayó que no ha sido acusada de ningún crimen ni está involucrada en ningún escándalo de corrupción.
Sin embargo, no pudo asegurar el respaldo necesario, y las dos terceras partes de los legisladores de la cámara baja votaron en su contra.
La medida pasó luego de que al menos 342 de los 513 diputados votaran a favor. Varios legisladores aún no votan, por lo que el conteo final podría contar con un margen mucho más amplio a favor de la oposición.
La medida ahora va al Senado. Si la mayoría simple del Senado vota a favor, la presidenta irá a juicio y será suspendida.