Después de su exitoso paso por el Real Madrid, Roberto Carlos recordó algunas anécdotas y privilegios dentro del cuadro merengue, así como el relajado ambiente que imperó bajo la dirección técnico de Vicente del Bosque, que tuvo al equipo a su cargo de 1999 a 2003.
"Era más un amigo. No necesitas reglas. El jugador sabe lo que tiene que hacer. Nos entendía perfectamente. Los entrenamientos de lunes y a veces los martes eran a las cinco de la tarde. No los ponía a las 11 de la mañana porque casi nadie llegaba", confesó el brasileño en entrevista con Canal 11 de Portugal.
Sin embargo, el futbolista confesó que las cosas dentro del vestuario cambiaron con la llegada de José Antonio Camacho en 2004, quien llegó a modificar el horario de entrenamiento.
"En la época de los galácticos éramos siete, era un peligro en el vestuario. Siempre lo controlamos bien, teníamos buena relación, menos con Camacho que aguantó diez días. Llegó al vestuario, saludó a todo el mundo, muy serio y con historia en el Real Madrid.
"Yo sólo observaba a ver qué iba a decir. 'Quiero a todo el mundo mañana a las siete de la mañana'. Normalmente entrenábamos a las 10:30. Hablamos con él para intentar cambiar el horario, nosotros teníamos nuestras costumbres", explicó.
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Sin embargo, Roberto Carlos reconoció otros privilegios que tenían dentro del equipo. "Yo hoy pienso ¿Cómo es posible que hiciéramos tantas tonterías? Acababa cada partido y era todo avión privado. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Era Beckham que iba no sé a dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula 1 los domingos. Eran vuelos privados para todos lados. Una locura".