Raúl Fernández es un ingeniero que, junto a su hijo, dirige la empresa Oaxaca Aerospace, la cual se encarga de construir los primeros aviones con tecnología cien por ciento mexicana.
En conjunto con la Universidad Nacional de Aeronáutica y el Instituto Politécnico Nacional, ambos se encuentran diseñando aviones para dos tripulantes que tendrán un uso de vigilancia y también servirán para entrenamiento policíaco.
Otra de las características importantes es que los aviones, llamados Pegasus, sólo utilizarán la mitad de combustible que utiliza un avión características similares.
Debido a los materiales con los que está construido, el Pegasus puede alcanzar grandes velocidades y se puede elevar rápidamente, por lo que se planea venderlo a la Fuerza Aérea Mexicana.