Parece que no sólo la gente está harta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sino que también de su hija, Ivanka Trump, quien es una mala vecina.
Los residentes que viven cerca de Ivanka y Jared Kushner, su esposo, se quejan de la tranquilidad que le han robado al vecindario de lujo de Washington, lugar al que se mudaron cuando el magnate tomó las riendas del país.
Los residentes aseguran que ocupan demasiado espacio para estacionarse en un calle de por sí saturada y además dejan bolsas y cajas de basura en la acera durante días.
Otra gran fuente de quejas es la fuerte presencia de elementos de seguridad, ya que incluso para un viaje al parque utilizan tres camionetas, además, como protección personal, tienen cerrada la banqueta donde se ubica la propiedad, con un letrero que especifica que quien cruce esa zona deberá ser revisado o si lo hace sin permiso puede ser detenido.