Simon Berry, un hombre aficionado a los deportes extremos, saltó desde un bungee de 70 metros con el simple motivo de mojar una galleta en un taza de leche.
El hombre, oriundo de Inglaterra, realizó dicha hazaña, lo que, además, le valió para tener su nombre escrito en el libro de los Record Guinness, pues esto jamás había sido realizado por nadie en el planeta.
Berry necesitó de entrenamiento, además de suma concentración, pues la taza era diminuta y el tirarla durante su salto podría haberle costado la oportunidad de lograr este título.
