El Día de Muertos es una tradición mexicana significativa, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esta festividad permite a las familias honrar a sus seres queridos fallecidos mediante altares y ofrendas simbólicas, siguiendo un calendario específico que determina cuándo se colocan y retiran estas ofrendas para conmemorar a las almas que regresan en estos días especiales
¿Por qué se celebra el Día de Muertos?
El Día de Muertos es una celebración mexicana que honra a los difuntos. Se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre y combina tradiciones indígenas y católicas. Durante esta festividad, las familias crean altares con ofrendas que incluyen fotos, alimentos y objetos que eran del ser querido fallecido, para recordar y celebrar su vida. Es un momento de reflexión, recuerdo y conexión con los que han partido.
¿Qué día se debe poner la ofrenda de Día de Muertos?
La tradición mexicana establece que la ofrenda del Día de Muertos puede ser instalada a partir del 26 de octubre. La celebración da inicio el 27 de octubre, momento en el cual se cree que las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos. Cada día, hasta el 2 de noviembre, se dedica a un grupo específico de almas, lo que refleja un profundo respeto y atención en cada fase de la conmemoración.
- 27 de octubre: Se reciben las almas de nuestras mascotas que ya no están.
- 28 de octubre: Recordamos a las personas que murieron de manera trágica, ya sea por violencia o accidentes.
- 29 de octubre: Es un día para honrar a quienes se ahogaron.
- 30 de octubre: Se dedica a los “olvidados”, esos que no tienen familia que los recuerde o que no tienen ofrenda.
- 31 de octubre: Día para las almas de los no nacidos.
- 1 de noviembre: Celebramos el Día de Todos los Santos, especialmente para los niños que han partido.
- 2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos, donde honramos a los adultos que ya no están.
¿Qué es lo que debe llevar la ofrenda del Día de Muertos?
La ofrenda del Día de Muertos debe incluir elementos que honran a los difuntos, como fotografías, velas, flores (especialmente cempasúchil), comida y bebidas favoritas de los fallecidos, así como objetos personales y elementos simbólicos que representen la vida y el recuerdo de los seres queridos.