Y sí, Óscar Valdez calló bocas e hizo realidad su sueño de la infancia de convertirse en campeón Superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al noquear en el décimo round a Miguel Berchelt.
Esta guerra de mexicanos no fue sangrientamente como lo han sido otras ediciones, sin embargo no quedó a deber. Ambos púgiles salieron con hambre de triunfo en busca de esa victoria por el orgullo nacional.
Valdez comenzó a cazar desde el primer asalto a su presa hasta que pudo liquidarlo con una combinación de golpes y un gran izquierdazo para dejar al "Alacrán" Berchelt (38-2, 34 KO's) tirado en la lona sin poder responder durante algunos minutos.
De esta manera, el dos veces olímpico propinó su nocaut 23 para mantenerse invicto después de 29 peleas y alzar su segundo título mundial en su carrera, después de renunciar al cetro Pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) para acrecentar su legado en las 130 libras.
"Lo dije antes, no hay nada mejor que callar bocas de la gente que no cree en mí. Quiero darle un mensaje a la gente, sean lo mejor que puedan ser, aunque les digan que no, traten de ser lo mejor con disciplina.
Todo el mundo les va a decir que no pueden hacer las cosas, pero con disciplina lo puedes lograr", mencionó Valdez, de 30 años de edad.
"Tenía que mantenerme enfocado, es tiempo de pandemia, el campamento fue complicado pero tenía que perseguir mi sueño y tenía que hacer lo mejor para convertirme en el número uno, que es lo que siempre he querido. Mi equipo por supuesto es gran parte de esta victoria", agregó.
Al término del combate el nuevo campeón se acercó a la lona donde estaba Berchelt, quien es su amigo y con quien tiene una rivalidad de más de 10 años pues Miguel no pudo asistir a Juegos Olímpicos.
La "Burbuja" del MGM de Las Vegas vio nacer a la nueva estrella del pugilismo mexicano.
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