Nadie puede dudar que los Diablos Rojos de México son unos excelentes anfitriones y es que en el estadio Alfredo Harp Helú le dieron una cálida bienvenida a su afición, que regresó a un juego oficial de la Liga Mexicana de Beisbol en casa.
Para el Águila de Veracruz el calor se transformó en un infierno debido a las llamaradas que salieron del bate de los peloteros escarlatas que curiosamente apagó la euforia tras su regreso al circuito mexicano de verano.
Con ocho carreras anotadas en las primeras dos entradas, los capitalinos se fueron arriba en la pizarra para nunca dejar la ventaja a un lado. El equipo de Miguel Ojeda demostró ante su gente que han priorizado el trabajo con el bate y le pegaron 12 imparables a los serpentineros jarochos.
El marcador definitivo mostró un 8-4 a favor de los Diablos, quienes iniciaron con el pie derecho su accionar en la campaña 2021 de la LMB.
La noche tuvo tintes muy emotivos y es que el mensaje de “bienvenidos a casa, te extrañamos” por parte de Rocco y Roccy provocó la euforia de los privilegiados asistentes.
En la séptima entrada las luces del AHH para que solo los teléfonos celulares y lámparas alumbraran el inmueble de la ciudad deportiva a manera de homenaje por las personas que perdieron la vida durante la pandemia provocada por el Covid-19. El estadio quedó en un silencio descomunal que fue terminado por aplausos de los aficionados.
Roberto Osuna firmó su regreso a la LMB con una gran actuación en la novena entrada en la que retiró en orden a sus oponentes con una gran ayuda de sus compañeros a la defensiva. El cañoncito lució dominante en su labor con dos ponches en su registro y poco a poco se espera que retome el ritmo que lo llevó a las Grandes Ligas.
