James Harden hizo una mueca debido a las brillantes luces que iluminaban el jueves la duela del Toyota Center, debido a que sus ojos continúan sumamente irritados.
Está claro que la superestrella de Houston aún lidia con lesiones en ambos ojos después de sufrir un golpe de Draymond Green en el segundo partido de la serie ante Golden State. Harden insistió en que el problema no lo ausentará del tercer duelo de la serie el sábado, mientras los Rockets intentan remontar un déficit de 0-2 ante los campeones defensores.
“Apenas podía ver en el último partido y de todas maneras jugué, ¿Qué les hace pensar que me voy a perder el tercer juego?”, se cuestionó.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: DURANT SE LUCE Y AMPLÍA LA VENTAJA DE LOS WARRIORS ANTE LOS ROCKETS
Harden se lesionó a mediados del primer cuarto del encuentro del martes después de recibir un golpe de Green en la lucha por un rebote. De inmediato cayó al piso y permaneció ahí unos instantes antes de recibir atención del personal médico de Houston, que lo llevó al vestuario. Volvió con cerca de siete minutos restantes en el segundo periodo y anotó 29 unidades a pesar de señalar que su visión estaba sumamente borrosa y que no podía ver “nada”.
“Cuando salió no tenía puntos y regresó sin tener siquiera un ojo sano, uno de los ojos estaba prácticamente cerrado y el otro veía borroso y terminó con 29 puntos”, comentó D’Antoni. “No hay muchos que habrían jugado. Así que pase lo que pase, eso fue especial”.
Aunque ambos ojos están lesionados, y todo el lado izquierdo del globo ocular continúa rojo. El ojo derecho también está irritado, pero es una sección mucho menor. “Sigue molestándome. Sigue siendo complicado, en especial con las luces brillantes, pero los puedo ver un poco mejor, y eso es lo único que importa”.