El próximo sábado, México y Estados Unidos jugarán por el boleto a la Copa Confederaciones de 2017 y está previsto que en las gradas del Rose Bowl haya mayoría de afición azteca, situación que no incomoda a Jermaine Jones, mediocampista del cuadro de las barras y las estrellas.
A decir del dirigido por Jürgen Klinsmann, lo más importante es lo que realicen los futbolistas de ambas escuadras, pues el ganador se definirá en el terreno de juego y no en el graderío.
“Que haya más gente de México en la tribuna no tiene ninguna importancia, dentro del campo somos los mismos, 11 contra 11, y es ahí donde se va a definir el partido, no en la tribuna”, afirmó el jugador de New England.