El césped en el AT&T no mejoró lo suficientes, al menos no como los organizadores lo habían asegurado luego de las quejas sobre todo por parte de la Selección Argentina, quienes el lunes reprobaron las condiciones de la cancha, explicando el riesgo que correrían los jugadores.
Incluso, Lionel Messi estuvo a punto de no jugar ante México debido a esta situación, ya que Gerardo Martino no pensaba arriesgar a su estrella, aunque al final los compromisos comerciales y con la afición que pagó un boleto para ver al jugador del Barcelona, orilló al argentino a alinear a La Pulga.
El césped no cambió mucho de un día para otro. La uniones entre los rollos que montaron eran notables, incluso desde la parte más alta del estadio, al tiempo que se podían apreciar tramos desgastados.
Una de las ‘condiciones’ para que México juegue en Estados Unidos es que todos los partidos se disputen sobre pasto natural, lo que se cumplió para este duelo, pero con poca previsión, pues instalaron el césped dos días antes del partido.
Aún con las condiciones del pasto, la gente del estadio decidió salir a regar 15 minutos antes de que arrancara el juego, aunque eso prácticamente no afectó en nada las ya de por sí malas condiciones del pasto en uno de los estadios más modernos que existen en el mundo.