Cruz Azul le tiene tomada la medida a Pumas. no importa en qué momento llegue cada equipo, siempre encuentran la forma de sacarle puntos. Pero el triunfo de este sábado toma mayor relevancia, pues es un tanque de oxígeno para Sergio Bueno y su pandilla, quienes en el Estadio Azul se adueñaron del callejón y aún viven en el torneo.
Si había un equipo que podía sacar a La Máquina del fondo de la tabla eran los universitarios, y eso fue lo que ocurrió. El mejor ataque, la mejor defensa, el equipo más regular quedó tendido en la cancha ante unos celestes que se brindaron durante 94 minutos, con él hambre de sacar el triunfo necesitado.
Por segundo partido consecutivo, los Cementeros mostraron orden en todas sus líneas, y frenaron al líder general del torneo enfrentándolo de tú a tú, sin prejuicios, cobijados por su afición que supo opacar la marea auriazul que tomó por asalto el inmueble de la colonia Noche Buena.
Bueno encontró la manera de desafinar la orquesta de Guillermo Vázquez, que impresionaba en cada cancha donde se paraba, aunque en honor a la verdad, tampoco fue un partido en el que fueran ampliamente superados por los locales, al contrario, fue un duelo parejo que se definió con pelotas a balón parado.
Los universitarios dieron su peor partido del torneo. Se mostraban desesperados en la cancha, no había coordinación entre líneas, la media cancha cementera cortó los circuitos en la maquinaria de Vázquez y no supieron llegar con claridad al área de los locales, que aguantaron el resultado como pudieron.
Christian Gimenez se encargó de encaminar a la máquina a la victoria con dos goles de penalti, en los minutos 5 y 67; mientras que por los auriazules, Javier Cortés hizo el del empate momentáneo con un cobro magistral de tiro libre ante una barrera mal ubicada para vencer a Jesus Corona.
Cruz Azul visitará la próxima semana a Puebla, mientras que Pumas le hará los honores a Tigres en Ciudad Universitaria.