El jueves 5 de mayo del 2011 el equipo chiapaneco jugó el partido de Vuelta de la Copa Libertadores ante el Junior de Barranquilla en Colombia, consiguiendo la hazaña de avanzar a los Cuartos de Final (4-4 global, Jaguares avanza por gol de visitante) a pesar del pésimo juego de su arquero.
En el juego de Ida en Tuxtla Gutiérrez el equipo colombiano se iría con ventaja a su país, por lo que el equipo de José Guadalupe Cruz tendría que hacer un juego perfecto de visitante; sin embargo, Villalpando tuvo la peor noche de su carrera.
Al minuto 35 salió a cortar una pelota que lo techó por completo, lo que le dio el primer gol a Juan Valencia del cuadro local. Por suerte cinco minutos más tarde Jackson Martínez empataría con un remate de cabeza.
En la segunda mitad los errores no cesaron, y el pésimo arbitraje de Heber López fue factor, ya que le regaló un penal al equipo sudamericano que se volvió a poner arriba en el marcador al minuto 50, pero una vez más Martínez salvaría a su equipo y pondría el empate.
Tan solo 10 minutos más tarde Villalpando se volvería a equivocar, cortando un centro que no llevaba peligro y se iba a ir fuera del terreno de juego pero que el guardameta de Jaguares decidió evitar, dejándole el balón muerto al atacante Carlos Bacca, quien definió con la meta libre.
A poco más de 15 minutos del final José Guadalupe Cruz decidió remover del campo de juego a Villalpando, lo que le generó rabia al arquero que llegó a encararlo y ahorcarlo a la banca, antes de que el cuerpo técnico evitó que la situación terminara en golpes.
El encuentro finalizó 4-4 global gracias a una obra de arte de Edgar Andrade al minuto 86, este marcador le dio el acceso a Jaguares a los Cuartos de Final de la Libertadores de ese año, siendo el único equipo mexicano que estuvo entre los mejores ocho del continente.