La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla iniciará una investigación sobre el rector Alfonso Esparza, por presunto desvío de recursos de la universidad pública hacia el club Lobos, que administraba su hija Luza Esparza.
Un sector de la alta esfera de la casa de estudios poblana, que está inconforme, llevará a cabo una auditoría sobre la administración del rector y su hija en los Lobos BUAP.
Documentos en poder de RÉCORD demuestran que durante el periodo de 2016-2017, Esparza destinó un total de 240 millones pesos para el equipo de futbol, que en ese entonces vivió la transición de la Liga de Ascenso a la Liga MX y hasta 2018 fue presidido por Luza.
Durante los torneos Clausura 2016 y Apertura 2016, el cuadro licántropo militaba en la categoría de plata del futbol mexicano. Para ese año el presupuesto de la universidad fue superior a los cinco mil 800 millones de pesos, de dicha partida casi 83 millones estaban destinados para el deporte en general de la institución. Lobos recibió 59 millones 102 mil 571 pesos, en 102 depósitos bancarios, presumiblemente de esa partida.
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En 2017, el Consejo de la BUAP, encabezado por el rector, quien es la persona autorizada para manipular los fondos de la institución poblana, aprobó un presupuesto para el deporte de más de 85 millones. El equipo entonces contaría con mayor cantidad de ingresos por patrocinios y derechos de televisión.
En el Clausura 2017, la Jauría ascendió a Primera División, y entre enero y diciembre, documentos en poder de RÉCORD revelan que el equipo recibió de la universidad 177 millones 40 mil 326 pesos, facturados, de los cuales más de 40 millones fueron transferidos entre el 7 y el 22 de julio de ese año, que se suma a un balance sin facturar que asciende a casi cuatro millones, dando un total de 181 millones 18 mil 982 pesos.
Llama la atención que del monto facturado hubo siete depósitos millonarios; dos fechados el 7 de julio de 2017 por un total de 22 millones 200 mil pesos, dos más realizados el 14 de julio por más de 8 millones 500 mil pesos, y tres más el 22 de julio por casi 10 millones de pesos.
Todo indica que las cuentas no han sido del todo claras en la presente administración, y aunque el equipo ya no exista, los involucrados están obligados a explicar la repartición de los recursos de la universidad.
