Con los ánimos encendidos terminó la edición 125 del Clásico Regio entre Tigres y Monterrey que culminó con un 2.1 a favor de los de la UANL.
Al final del juego se suscitó un conato de bronca que culminó con la expulsión de Rafael Carioca; sin embargo, el fuego se avivó minutos antes cuando en un lapso de un minuto y 42 segundos, Sebastián Vegas recibió dos tarjetas amarillas.
La más polémica fue la primera, pues se dio por reclamos al árbitro del partido Marco Antonio Ortiz que no señaló una supuesta falta sobre el chileno, la cual reclamó el jugador al grado de propinarle un empujón al nazareno, que, de de haber actuado conforme al reglamento, debió expulsar al jugador albiazul, lo cual le hubiera acarreado una supensión de aproximadamente un año, pero el juez sólo le mostró la tarjeta amarilla.
"Que vergüenza y falta de personalidad. Vegas empuja a Marco Ortiz y solo amonesta", reportó Felipe Ramos Rizo, colaborador de RÉCORD en Twitter.
Segundos después, el sudamericano derribó a André-Pierre Gignac en el medio campo cuando los Tigres estaban a la ofensiva, por lo que el central le mostró el segundo cartón amarillo a Vegas para entonces sí ser expulsado del juego.
Sebastián se mostró molestó e incluso encaró a Gignac a quien amagó con tirarle un cabezazo y cuando salía con rumbo a los vestidores pateó botes, anuncios y todo lo que se encontró en su camino y se encaró con la afición local.